LA MIRADA HACIA DENTRO

Hay dos formas de mirar al mundo, uno es desde fuera y otro es desde dentro,

Como nos miramos a nosotros mismos así miramos al mundo, si tu mirada está puesta en el exterior “EL QUÉ DIRÁN”, “ESTO ES MEJOR QUE ESO OTRO”… un largo etcétera de comparaciones y juicios que lo único que alimentan es un sistema de funcionamiento pobre y carente de amor pues así estará navegando tu corazón en tu experiencia de vida, pon atención a tu mirada puesto que es la brújula que marcará tu destino.

Cierto es que tanto la Meditación como el Mindfulness nos ayudan a mejorar positivamente esta mirada que está desenfocada y que se ha perdido en el consumo externo de sensaciones creando satisfacciones caducas y efímeras, es por ello que hoy os quería traer esta reflexión sobre desde dónde realmente nos estamos mirando y que tal te sientes con ello.

 

EL DESAFIO

MIRAR HACIA DENTRO es el desafío, y no vale hacerlo de cualquier forma, hay que hacerlo con una mirada ENTRENADA, una mirada pura y con calma, una mirada que te invite a aprender nuevas formas de ver las situaciones o a las personas y sus acciones, en resumen UNA NUEVA FORMA DE MIRARTE A TI MISMO, donde el amor es lo que cuenta y tienes la gran oportunidad de volver a enamorarte de ti mismo nuevamente o enamorarte por primera vez de ti.

A veces podemos llegar a pensar, que no se puede estar todo el día hablando de amor, esto podría ser porque aún no has entendido qué es el amor realmente en su significado más amplio o tu herida no te permite hablar de amor porque duele demasiado, bien, puedes empezar hablando de cultivar alegría, bondad, bienestar, sonrisas, ayuda, júbilo por ejemplo. Así  estarás todo el día hablando de amor pero al nombrarlo de otra forma tu mente abandonará la idea de lucha y te permitirás entrenar en una mente recta como nos habla el budismo, una mente que actúe en beneficio de tu bienestar, de tu tranquilidad, una mente que actúa para CONOCERTE A TI MISMO e ir dando los pasos necesario para disfrutar de una vida plena, una mente consciente de la evolución.

Solo existen dos días en el año en que no se puede hacer nada. Uno se llama ayer y otro mañana. Por lo tanto hoy es el día ideal para amar, crecer, hacer y principalmente vivir.

Dalai Lama

 

Mirar hacia fuera es tener miedo

Cuando miras hacia fuera estás consumiendo información externa sin filtro, sin consciencia, por lo tanto podrías estancarte, entrar en bucle y proyectar tus carencias y debilidades provocando experiencia desagradable continuamente, claro que la vida te va traer experiencias desagradable pero necesitas dejar de provocar un extra de estas experiencias.

La batalla campal de comparaciones y juicios te envuelve cuando estás con la mirada hacia fuera, puesto que siempre hay alguien mejor que tú y más guapa, o más rica o mejor acomodada y te das la razón diciéndote ¡pero es así, es la verdad!, ¿cuál es la verdad?, esas es tu verdad, estás mirando hacia fuera y estás viendo todo con un solo ojo, frunces el seño y tu respiración se entrecorta, y te enfadas, y desafías desde el lugar equivocado, y vuelves a juzgar … aparece el bucle nuevamente, no eres consciente, tienes miedo, estás asustada y pasa que no eres consciente, por lo tanto, llega un día en el que piensas que la felicidad no es para ti, tu corazón no es escuchado y te marchitas.

Mirar hacia dentro es amarse                        

Aquí aprendes a que claro que tienes miedo pero no te impide caminar, evolucionar, no te impide escuchar tus emociones, te permites entender qué es eso del amor en su más amplio significado, tomas la decisión de vivir cada experiencia de una forma consciente y alineada con tu desarrollo evolutivo, aprendes nuevas formas de ver las cosas, no interpretas la historias tuyas ni la de los otros.

Cuando miras hacia dentro tu respiración es profunda y sonora, sonríes, te mirar al espejo y das las gracias, por haber despertado seguir teniendo la oportunidad de avanzar, de resolver, de disfrutar de lo que te rodea. La acción de proyectarse se va debilitando y aparece la expansión, aprendes a neutralizar o ubicarte desde el punto cero, donde no hay juicios ni comparación, simplemente hay escucha, aquí eres coherente  y consciente del entrenamiento que requiere llevar la mirada hacia dentro y alinearse con la experiencia de vida que estamos experimentando, escuchas al corazón y floreces.

Quiero compartir aquí esta meditación que tengo publicada en mi canal de Ivoox, EL CORAZÓN DEL PLANETA, os invito a realizarla, a encontrar ese momento para respirar profundo y mirar hacia dentro.

Vamos al corazón… voy contigo!