HAGAMOS UN POCO EL KOALA CORAZONES -Verónica Cantero –
HAGAMOS UN POCO EL KOALA CORAZONES.
Los koalas están simbolizando el mayor icono de BONDAD. Nos invitan a ser agradables y amables, con nosotros mismos y con los demás, podemos llevar su instinto protector a ¿cómo tú te relacionas en tribu?, ¿cuidas de tu tribu? ¿de qué forma lo haces? ¿los llamas, quedas con ellos, te gusta estar con tu gente y disfrutar de ese tiempo con ellos?… ¿cómo te hace crecer tu tribu?…
La Inspiración de los Koalas: Icono de Bondad.
Una de las cosas que nos inspiran los koalas es Bondad, la cualidad de hacer el bien, cuando nos miramos en ellos podemos conectarnos con esa calma que reflejan y ese gusto por el buen descanso y también nos podemos conectar con la Bondad no solo por su aspecto entrañable sino por esa tendencia a disfrutar de la tranquilidad y proteger a la tribu.
Richard Davidson, experto en neurociencia afectiva dice que “la base de un cerebro sana es la bondad” ¿Cuándo prácticas la bondad contigo mismo? La bondad tiene que surgir del corazón, el aparentar ser bondadoso no te va a dar resultados, puesto que es algo que requiere de una fuerza e inteligencia superior que no viene de la mente, viene del latido, de la entrega del querer formar parte de este mundo colaborando a otros en lo que puedas, no busca aplausos ni tampoco requiere de reconocimiento de ningún tipo, no necesita ser vista, simplemente es accionada desde dentro, se práctica con uno mismo y se acciona con los demás.
La Práctica de la Bondad: Conexión y Calma.
La bondad activa la empatía, la amabilidad, generosidad y la solidaridad, todas ellas se unen y dan una fuerza única a la bondad permitiendo que esto se convierta en una acción transformadora, no solo para quien la acciona sino para quién recibe la consecuencias de encontrarse con una persona bondadosa. ¿se puede entrenar la bondad?, si, por supuesto como cualquier valor o fortaleza puede ser entrenado, y ello va requerir de un cambio en tu vida, ¿estás preparado para ese cambio?, pues te va hacer ver la cosas de otra manera, no te van a servir tus excusas y por supuesto una vez la actives no vas a poder ni querer deshacerte de ella en la vida, será como una filosofía de vida.
Entrenando la Bondad: Cambios y Transformación.
La bondad es una fortaleza no es una debilidad, puedes empezar hoy mismo a practicar la bondad alegrándote por bien ajeno, por todo lo bueno no solo que le pasa a tus familiares sino también a tus amigos, a tu expareja o a esas amistades que ya no están en tu vida y que no las consideras amistades, alégrate por el bien ajeno sin más, y respeta tu tiempos de entrenamiento para ello, sino puedes caer en el error de convertir la bondad en algo nocivo para ti pues te puede hacer no mirar realmente que hay en esas historias de dolor que hay que sanar, recuerda que la toma de consciencia de nuestro sistema emocional y mental es importante para el desarrollo espiritual y personal, para llevar una vida coherente y enfocada en la riqueza del ser.
La Bondad como Fortaleza: San Francisco de Asís y Espiritualidad.
San Francisco de Asís, decía: “primero aprende a ser humilde contigo y luego con los demás” y también nos decía; “dando se recibe y perdonando se es perdonado” Aplica este entrenamiento a ti vida, ¿hay algún momento de tu vida en el que aún no te has perdonado? Aplica la bondad en aquellos momentos de tu vida donde no fuiste amable contigo o no lo fuiste con otros y deja que la magia de este valor tan importante transforme la situación.
La bondad también está enraizada en una fuerza espiritual extraordinaria, se manifiesta la firmeza y autoridad de la espiritualidad que nos invita a anclarnos y tomar la decisión de la posición que hemos tomado para cumplir con nuestro cometido aquí en la Tierra. Las dudas con respecto a lo que es espiritual o lo que no es, desaparecen y se transforman en la certeza de ser espiritual de una forma completa e íntegra, nos agarramos a ella como el koala hace al eucalipto y disfrutamos de esta posición de una forma relajada y amigable, abasteciéndonos de ella y nutriendo nuestra alma cada día.
Vamos al corazón.. voy contigo!
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