LA ENFERMEDAD DEL CORAZÓN
LA ENFERMEDAD DEL CORAZÓN
El Dr. Paul Pearsall, especialista en psiconeuroinmunología, miembro del equipo de trasplante de corazón de la Escuela de Medicina e investigador del Laboratorio de Sistemas de Energía Humanos, de la Universidad de Arizona, realizó una investigación sobre trasplante de órganos y memorias celulares
Cuando empecé a desarrollar la metodología “para escuchar que dice nuestro corazón” en 2015 aún no había leído sobre los estudios del Dr Pearsall, por ello fue todo un hallazgo el día que mi gran curiosidad por los sistemas emocionales de información y el hecho en si de que todo es energía me llevaron a él.
CNI Código Corazón, es una metodología evolutiva basada en la meditación y en las prácticas creativas, una filosofía de vida, donde el corazón a de retornar a los asuntos personales y para ello necesitamos escuchar ¿qué nos dice el corazón?, ¿qué quiere de cada experiencia? Pero sobre todo podría ser una guía fundamental para descubrir nuestra propia naturaleza y vivir de una forma coherente, consciente y plena.
En lugar de escuchar al corazón, nos distraemos de su voz, lo hacemos consumiendo algo obsesivamente, ya sea comida, televisión, estudios, relaciones tóxicas.. se convierte en una obsesión y te distraes de la voz interna, mentalmente creas la ilusión de alejarte de ti mismo para acercarte a eso que estas consumiendo y así instalas un parásito en ti, en tu luz, en tu fuerza hay un parásito que es la IGNORANCIA, ignoras la voz más importante que existe, tu voz interna, tu latido… tu conexión con el ser espiritual que eres.
El deseo de querer más puede herirnos
La codicia y el apego podrían ser enfermedades para nuestro bello corazón, el deseo de querer más y más, sin medida y sin saber para qué realmente queremos todo eso, ya sea materia o meta espiritual podría convertirse en una mala vibración para nuestro corazón, para nuestra vida, ya que estarías todo el día enfocada en como conseguir más de esto o de aquello, como alcanzar más metas y objetivos sin ponerle corazón, simplemente conseguir esas metas que están tapando la verdadera necesidad de ser escuchado, la falta de amor propio o la resistencia al cambio que la vida propone de forma orgánica y natural.
La codicia es fuente de discusiones y peleas, es origen de un ser vacío desprovisto de su conexión con lo espiritual, el corazón aguanta todo ese estrés, aguanta toda esa presión de pelear día y noche por conseguir cosas que luego no significan nada para ti, por lo tanto te frustras, y la frustración trae dolor y ese dolor no es escuchado es tapado con más ruido que proviene de una mente insaciable, de un ego desmesurado que está apropiándose de tu vida.
¿cómo se cura la codicia?, con honor, una medida que requiere de un entendimiento muy elevado, puesto que cuando tienes activa la codicia también tienes activa la envidia, los celos y la desesperación manifestada en demandas emocionales o materiales.
El deseo por el control
El apego ese querer controlar todo lo que te rodea, esa invitación continua a autoproclamarte dueño de todo “MIO MIO MIO”, ese dar por hecho que como es tuyo puedes tratarlo como te plazca, para ejemplo la relación que tienen algunas personas con el planeta, es una relación de maltrato, de hago lo que quiero con este juguete que es la tierra, lo tiro, le abro un agujero aquí y extraigo todo lo que quiero, no miro ni escucho el dolor del planeta, simplemente miro que esto es mío y que hago lo que me apetece con ello.
El apego es bonito cuando hay amor que va ambas direcciones, amar a tu hijo, amas un proyecto, a tu gato, a tus amigos… hay amor, hay ganas de vernos, NO HAY OBLIGACIÓN, hay ganas de compartir, de que la vida le vaya bonita, hay ganas de acompañar, de estar presente en los éxitos y también en los fracasos, el apego es hermoso cuando viene de un corazón que es escuchado y dice abiertamente NOS AMO
¿cómo se cura el apego?, con consciencia de unidad, de conjunto, de tribu, un camino que requiere de esfuerzo, de entrega y superación., cuando el apego está activo te reclamará todo el tiempo que te quedes dónde conoces y de la forma que lo conoces, no hay cambios, solo hay más apego, más necesidad de YO.
Esto podríamos llamarle la enfermedad del corazón, y ambas podrían curarse con el compromiso hacia uno mismo de autocuidado y autoindagación, con la espiritualidad, ya que esta te invita a reconocerte como un ser de amor, un ser único desprovisto de necesidad de apego o codicia, la espiritualidad en su definición más holística te invita a respirar profundo y reconocerte como alumna de la vida, y como alumna que eres te das el permiso para reaprender cosas y desaprender otras muchas, te das el permiso para SER.
Las emociones como puente
Hay un puente para la reconexión y es el amor. Cuando atendemos nuestro Sistema de información emocional, y damos importancia a escuchar las emociones el mal apego se transforma en apego respetuoso y en ese momento nos abrirnos un camino que recorrer aprender a conocer, escuchar, vivir, manifestar y aplicar las emociones esto nos guiará para activar la esperanza y la motivación, el autocuidado y donde la Fe recupera su lugar. Esto es suficiente para dar cada paso que sea necesario para reconectarnos con ese silencio desde la práctica de meditación y desde ahí escuchar tu latido, tu voz interna, la voz de tu corazón pero recuerda algo importante, déjate ayudar, déjate acompañar y sobre todo activa tu compromiso por una vida plena.
La historia de la que venimos nos conecta
Es una necesidad básica relacionarnos, esto es importante, pero no vale hacerlo de cualquier manera, hemos de conocer nuestra historia, la historia de la que venimos y como queremos ir a la historia que vamos, la que estamos creando en este presente, ¿cómo vamos a elegir escuchar y mirar nuestra historia? Desde la codicia o desde la generosidad y el honor, desde un corazón herido y enfermo o desde un corazón sanado y escuchado, hemos de tomar la decisión hoy, ¿desde dónde vamos a escribir nuestra historia?, desde el individualismo y la ignorancia como parásitos o desde la consciencia unidad, desde el conjunto y la disposición a aprender de cada acontecimiento que la vida nos da.
Cuando nos relacionamos, lo hacemos con la idea de estar conectados, con nosotros mismos a través de otros o con esos otros, sus ideas, sus sentimientos, su forma de pensar, de reír o de llorar, buscamos CONECTARNOS y NUTRIRNOS unos de otros, es nuestro estado natural y cuando estamos ahí en esa búsqueda todo es orgánico, parece mágico, pero no es magia es ORIGEN, no necesitas el teléfono, ni las redes, SABES QUE ESTÁS CONECTADA, ME CONECTO, ESTAMOS CONECTADOS, no necesitas nada, estos son recursos, herramientas, no más, que nos dicen que estamos conectados, y que desde esa conexión podemos retornar a esa espiritualidad que venimos hablando desde el principio, y desde ahí podremos INTEGRAR los nuevos estados de consciencia a los que nos estamos abriendo.
VAMOS AL CORAZÓN… VOY CONTIGO!!
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